Jesús Fernando Zúñiga Melendez

Reseña

Desde mi juventud he sido un convencido del liberalismo y de la necesidad de un Estado pequeño, ágil y eficiente. Creo en un gobierno que se concentre en lo esencial: garantizar seguridad, salud, educación y oportunidades de empleo por medio de la atracción de empresa privada, de manera que los recursos públicos se traduzcan en resultados visibles en las comunidades, las aulas y los centros de atención en todo el país. Estoy convencido de que una gestión clara, transparente y bien administrada puede transformar la vida de las personas. Como educador y ciudadano, tengo la firme convicción de que desde la Asamblea Legislativa se pueden impulsar cambios reales: luchar contra la burocracia, el exceso de papeleo y el despilfarro estatal; garantizar condiciones dignas para los docentes; y asegurar que cada institución educativa cumpla su misión de formar estudiantes en un ambiente de calidad, así como también la correcta administración del sector salud. El liberalismo costarricense, desde sus orígenes, apostó por una educación pública de nivel y calidad, sembró las bases de la salud pública, entendiendo que era la mejor inversión para el progreso del país. Mantener viva esa visión es clave para que el liberalismo tico siga siendo motor de oportunidades, eficiencia y prosperidad para todos.